
Los hermanos Wright aprendieron de la gravedad la importancia de usar otras fuerzas, como la de sustentación, para poder volar. De la misma manera, los nuevos líderes jóvenes, hemos aprendido que para cambiar al mundo tenemos que estudiar y prepararnos tanto o más que los competidores con más edad, pero sobre todo que debemos innovar y crear con conciencia social. Por esta razón, en lugar de renunciar a la creación de las nuevas industrias y el fortalecimiento de las nuevas economías, las cuales pueden potenciar las oportunidades que necesitan nuestros jóvenes para superar las inequidades y los retos económicos de insertar a Colombia en la Era del Conocimiento, tenemos la responsabilidad de construir sobre la base de las actividades artísticas, la cultura, el medio ambiente y el patrimonio, con
el ánimo de construir de manera colectiva un futuro mejor, aprovechando su capacidad de llevar al límite los beneficios sociales de las nuevas tecnologías.
Esta es la promesa de la Economía Naranja que hemos propuesto, y que está en el corazón de nuestra estrategia para que Colombia haga una transición digital ordenada, con futuro para todos.
Esta cartilla del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, es una valiosa herramienta para que nuestros jóvenes, y los adultos que se atrevan a volver a soñar, puedan crecer en armonía con su niño interior y que su único límite sea el de su imaginación. La creatividad está en todos nosotros, y juntos la vamos a utilizar para construir un futuro mejor para todos.
